A veces el abismo te grita a la cara, y es en esos momentos donde descubres el verdadero significado de estar vivo. Ası́ me sentı́ cuando me topé con una joya literaria llamada «El hombre en busca del sentido», un título que anuncia su propio drama y redención.
Este tesoro que late con el pulso humano fue esculpido por las manos de Viktor Frankl, un psiquiatra que no solo estudió la locura y la cordura desde un a perspectiva clínica, sino que también tuvo que bailar con ellas en las espantosas salas de un campo de concentración.
Este libro, tan corto como una cerilla y tan brillante como un faro en la noche, es más que una lectura sugerida.
Es una invitación a asomarse al abismo y , al mismo tiempo, un llamado a encontrarse a uno mismo en medio de la desesperación.
Es un cuento de terror y esperanza, lleno de horrores inimaginables, pero también de revelaciones poderosas sobre lo que significa ser humano y cómo la existencia adquiere sentido, incluso en las circunstancias más sombrı́as .
No te pido que lo leas; te desafı́o a que te enfrentes a él, a que te sumerjas en sus páginas y, al emerger, no serás el mismo.
Son esos libros que tienen una naturaleza única, unos pensamientos que solo pudieron ser generados por alguien que vio su vida pasar por el juego del dedo o la alegrı́a de ir a un campo de concentración y no a uno de exterminio.
Tal vez consideres estos límites demasiado lejanos, incluso inaccesibles. Puede que te percibas inmune a tales extremos, creyendo que nunca te rozarás con los contornos de tus propios límites. Sin embargo, es justo en esos confines donde se revelan los rincones más profundos y fascinantes de tu conciencia, esos parajes de la mente que merecen ser descubiertos y explorados, sin lugar a dudas.
Pero, antes de adentrarnos en esta obra, es necesario hacer una parada. Un alto en el camino para detenernos ante el creador de esta obra, el arquitecto de estas emociones y reflexiones. Un personaje cuyo análisis y estudio merece, al igual que su obra, la pausa y el esmero que otorgamos a las cosas que realmente importan. Porque sin entender al autor, no podemos verdaderamente apreciar su obra, no podemos entender el paisaje sin antes conocer al pintor.
Desde mi punto más personal, yo le estoy muy agradecido a este autor.
Y me gustarı́a explicar el motivo de tal agradecimiento.
Tengo claro que no tengo la capacidad de poder imaginarme de manera real cómo debı́a ser el dı́a a dı́a en un campo de concentración donde la probabilidad de sobrevivir era extremadamente diminuta.
No obstante, este genio no solo lo vivió,sino que revivió todas sus pesadillas con el fin de escribir este libro y ofrecernos otra herramienta para entendernos un poco mejor y entender un poco más la mente del ser humano, la cual parece no tener fondo.
Antes de hundirnos en el océano de sus ideas y pensamientos, creo que es necesario conocer un poco más sobre el hombre detrás del médico y académico. Viktor E. Frankl, un nombre grabado con letras de oro en la historia de la psicologı́a. Pero,
¿quiénes somos realmente sin las vicisitudes de la vida que nos forjan?
Nacido en la fascinante y a veces sombrı́a Viena en 1905, Frankl creció en una familia judı́a, una herencia que marcarı́a su vida de formas inimaginables.
Desde muy temprano, mostró un interés particular en la psicologı́a. Esa chispa se alimentó y floreció , guiándolo a estudiar medicina en la Universidad de Viena, donde luego se convertirı́a en profesor de neurologı́a y psiquiatrı́a.
Sin embargo, la academia no fue el único lugar donde Frankl dejó su huella.
Durante la Segunda Guerra Mundial, fue arrastrado a las sombras de los campos de concentración nazis. Sobrevivió a cuatro de estos infiernos en la tierra, incluyendo Auschwitz y Dachau. Estas experiencias cambiarı́an para siempre no solo su vida, sino también su visión de la psicologı́a.
Tras sobrevivir a la guerra, Frankl fundó la logoterapia, también conocida como la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia. La logoterapia se centra en el significado de la vida humana, ası́ como en la búsqueda de ese significado por parte del individuo.
Esta filosofı́a nació de la lucha de Frankl por encontrar un propósito durante sus años en los campos de concentración, una chispa de esperanza en la más desolada de las situaciones.
Por lo tanto, al hablar de Viktor E. Frankl, no solo estamos hablando de un médico y académico, sino de un sobreviviente, un visionario y, sobre todo, un hombre que buscó la luz en la oscuridad más profunda.
Y ese, queridos lectores, es el verdadero espíritu que impregna cada página de su obra.
Es por eso que describe de manera brutal la vida de los prisioneros, desde a quellos que habı́an perdido la esperanza en un futuro mejor, es decir, los prisioneros que cambiaban un trozo de pan por un cigarrillo roto, hasta aquellos que eran capaces de sonreı́r a pesar de que su vida fuera un verdadero infierno.
En este libro se explora la relación que se encuentra entre el propósito que tenemos en la vida y el instinto básico de supervivencia.
Para finalizar esta pequeñ a introducción, os voy a dejar con una reflexión del psicólogo Gordon Allport sobre este libro.
“Nuestra generación es la mas realista, ya que ha conocido realmente la naturaleza del ser humano. Después de todo, fue el hombre el que creó las cámaras de gas de Auschwitz, sin olvidar que también es aquel es que entró en esas cámaras con la mirada al frente y con las oraciones de Dios en sus labios .”
Gordon Allport
Atrévete a dudar