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Forjando tu Destino en la Fragua de la Vida

Motivacion

Dedicación, trabajo, es el eco de tu voz en el viento, Dedicación, trabajo, es el latido de tu corazón en el silencio, Eres un ejército de un hombre, el mundo puede alzarse en tu contra, Aun ası́, como un tercio español, llegarás a la cima, sin duda alguna.

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En una era dominada por los gurús de la motivación instantá nea, esos que te inyectan un frenesı́ efímero de conquista mundial en un lapso de cinco minutos, te propongo algo distinto. Olvídate de las falsas promesas y las palabras vacı́as, querido lector.

Ası́ que, si estás dispuesto a dejar atrás las tonterı́as y enfrentarte a la cruda realidad, sigue leyendo. Te prometo que no te arrepentirás.

En la vastedad de la existencia, hay una lección que debes aprender: trabajar sin motivación, abrir los libros sin propósito. No es un secreto mágico que te catapultará al 1% de los elegidos, sino una verdad incómoda que el 99% prefiere ignorar. No se trata de un camino fácil, pero sı́ de uno que te llevará a la cima del Olimpo.

Tu esencia debe trascender la motivación efímera. Debes aspirar a ser el mejor incluso en aquellos momentos en los que te sientes menos motivado, cuando la llama de tu pasión parece extinguirse. Enfrentarte a las duchas frías cuando la fiebre te consume, eso es lo que te define.

Recuerda, la motivación es el primer paso, el más sencillo. Cualquiera puede sentirse motivado en cuestión de segundos, pero solo unos pocos dejan huella en las páginas de la historia. La motivación es el desayuno de la disciplina, el primer bocado de un largo dı́a.

Cada acción que realizas, cada decisión que tomas, es la creación de un hábi to. Por tanto, es hora de forjar un hábito de disciplina, no un hábito de moti vación efímera. Es hora de que trabajes cuando el mundo descansa, de que te levantes cuando todos duermen.

Tu pereza ya no tiene voz en esta asamblea de tu ser. Tus debilidades ya no tienen voto en la elección de tu destino. Es hora de que te levantes, de que te enfrentes a ti mismo y a tus miedos. Es hora de que te conviertas en el héroe de tu propia historia.

En el vasto campo de batalla de la vida, te insto a convertirte en un maestro de lo cotidiano, de lo que a menudo se considera aburrido. En el dı́a a dı́a, e n la rutina, es donde se forjan los verdaderos guerreros.

Abre un libro cada dı́a, no por obligación, sino por el deseo de aprender. Haz ejercicio todos los as, no por necesidad, sino por el amor a tu cuerpo y a tu salud. Trabaja todos los as, no porque te obliguen, sino por convicción, por la pasión que arde en tu interior.

Esa convicción se construye dı́a a dı́a, como un muro de fortaleza que te protege y te sostiene. Recuerda, valiente lector, no son los resultados lo que te importa, solo importa el proceso. No se trata de la victoria final, sino de la batalla en sı́.

Es el sufrimiento, el sudor, la sangre, lo que te moldea y te define.

Si anhelas llegar a la isla de tus sueños, quema el barco que te mantiene seguro. No hay vuelta atrás.

Eso es la vida.

Ser la manifestación de una disciplin a que solo tú puedes ver en tu oscuridad. Que te mires al espejo y notes algo que te rodea, una aura de determinación y coraje que nadie más puede ver.

Mientras el enemigo en sueños se pierde, tú, valiente, labras,

Mientras el enemigo en banquetes se engulle, tú , incansable, labras

Mientras el enemigo en vino y jolgorio se sumerge, tú , firme, labras,

Porque eres un guerrero, y tu espíritu no sabe de pausas.

Eres un guerrero, en la fragua de la constancia forjado,
Tu espada, tu voluntad, rasga la noche con su fulgor dorado,
Tu escudo, tu perseverancia, desvı́a los golpes del desaliento despiadado,

Eres un guerrero, y tu lucha no conoce de término acordado.

Mientras el enemigo en sueños se pierde, tú , valiente, labras,
Con cada amanecer, con cada ocaso, tu determinació n no se desmorona,

Mientras el enemigo en banquetes se engulle, tú , incansable, labras,

Con cada grano de arena que cae, tu fuerza no se desgasta.

Mientras el enemigo en vino y jolgorio se sumerge, tú , firme, labras,
Con cada gota de sudor, con cada latido de tu corazón, tu coraje no se apaga,

Porque eres un guerrero, y los guerreros no conocen la tregua,
Hasta que la batalla ha concluido, hasta que la victoria ha sido abrazada.

Dedicación, trabajo, es el eco de tu voz en el viento,
Dedicación, trabajo, es el latido de tu corazón en el silencio,
Eres un ejército de un hombre, el mundo puede alzarse en tu contra,

Aun ası́, como un tercio español, llegarás a la cima, sin duda alguna.

Atrévete a dudar

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